Back to Basics.
- Armando Morquecho Camacho
- 9 dic 2020
- 4 Min. de lectura

Armando Morquecho Camacho*
Probablemente las mejores conversaciones de mi etapa universitaria fueron aquellas que tuve después de la clase de Teoría Política en segundo semestre, cuando un pequeño grupo de compañeros, hoy grandes amigos, nos íbamos a tomar una cerveza o dos para platicar de política, de México, de Jalisco, de Zapopan y cuando nos sentíamos ambiciosos, del mundo entero y de cómo cambiarlo.
Esas pláticas, hasta la fecha, han sido muy simbólicas para mí en todos los sentidos. Primero, me sirven para recordar que no soy el mismo de hace 5 años, y segundo, me hacen recordar mis causas y mis ideales, me hacen recordar el porqué de mis proyectos y de mis aspiraciones, y hoy en día, cuando lo que predomina es la ambición del poder por poder, tener presente eso es sumamente valioso, es una verdadera virtud.
Recuerdo a la perfección una de esas platicas: ese día hablamos del problema de los partidos políticos en México y una de las personas dijo que el problema de los partidos políticos en nuestro país es que se alejaron no solo de sus bases y de su militancia, sino que se alejaron de los orígenes de la política en sí, comentó que el problema nació cuando comenzaron a ver al ciudadano como un medio para un fin, un medio para alcanzar el poder y otra serie de privilegios sistemáticos y hasta sociales.
He de confesarles que en aquel entonces no entendí muy bien a lo que esa persona se refería, creo que eso se debe a mi inexperiencia en el tema, en aquel entonces un joven soñador no termina de asimilar que detrás del asistencialismo promovido por los partidos políticos hay en realidad un fin meramente mercantil que termina por materializar el mercantilismo político.
Pero esta columna hoy no se trata de mí, mucho menos se trata de las trivialidades que discutían en esas charlas entre jóvenes soñadores que anhelaban cambiar el mundo con un lápiz y con ideas que solo el alcohol puede hacer fluir, esta columna, tal y como lo indican el título y la anécdota, hoy se trata de hablar de los orígenes de la política y de darles a ustedes lectores un pequeño espacio de reflexión acerca de uno de los temas más polémicos del mes: la alianza a nivel federal entre PRI-PAN-PRD, partidos que definieron una alianza bajo la fórmula de ‘coalición flexible’ en al menos 100 distritos, esto con la finalidad de obtener la mayoría en el Congreso de la Unión para el próximo año, cuando se llevaran a cabo, las elecciones, las que son calificadas por muchos expertos como ‘’las más grandes e importantes en la historia de México.’’
Sin lugar a duda, las elecciones que México enfrentará en el 2021 y en el 2024, serán probablemente, las más importantes en la historia moderna de nuestro país, me atrevo a decir que en México no se vivía una situación política y social tan polarizada desde las elecciones federales de 1871 cuando la reelección de Juárez era considerada indefinida, forzosa, y como una traición a la democracia.
Es así, que la misma complejidad y magnitud de los procesos electorales en puerta, demandan una oposición activa y propositiva con herramientas para convertirse en una opción ciudadana que pueda generar un verdadero contrapeso crítico y proactivo con proyectos e ideas capaces de plantear soluciones no solo a los problemas políticos, sociales, económicos y ambientales que enfrenta México en lo particular, sino también a los problemas de nuestra época, a los retos del milenio, y es por esto que resulta preocupante que desde el ámbito federal, 3 fuerzas política opuestas ideológicamente planteen consolidar una alianza cuya existencia se basa únicamente en una simple negativa: sacar a otro partido del poder.
Hoy en día, México necesita propuestas, necesita proyectos innovadores, necesita partidos con agendas representativas capaces de abanderar las causas ciudadanas y sociales que además, planteen soluciones a los problemas que más nos duelen a los mexicanos.
Y no me mal entiendan, hasta cierto grado me da gusto que las fuerzas políticas de nuestro país sepan dialogar y hacer consensos para consolidar proyectos de unidad, al final del día, en la política no hay odios, hay acuerdos y ciertamente, siempre será alentador que se opte por el dialogo, incluso el mismo escritor Israelí Yuval Noah Harari, ha dicho que nuestra mayor virtud y nuestra mayor herramienta como seres humanos, es la de intercambiar información y la de construir relatos con los que las demás personas se puedan identificar.
Lo que me preocupa en realidad es que la estrategia política de México para combatir el populismo y el pragmatismo, sea más populismo y más pragmatismo a través de estas alianzas que como ya lo mencioné al inicio, son el claro ejemplo de cómo se han olvidado de los orígenes de la política y se han abocado a construir un mercantilismo político con proyectos vacíos, sin fondo ni forma cuya única ambición es alcanzar el poder, ¿para qué? al menos a mí, no me queda claro para qué.
No les voy a mentir, el panorama de México es preocupante, atravesamos, como generación, nuestro peor momento y ciertamente, estamos en las peores manos, por ello, nuestro deber es involucrarnos, participar y opinar desde cualquier foro o espacio que busque fortalecer la participación ciudadana ya que hoy más que nunca, lo que México necesita son voces capaces de convertirse en el eco de la aflicción de toda una generación.
Pero, para lograrlo, necesitamos regresar a los orígenes de la política y entenderla como una herramienta de poder para transformar significativamente la vida de la ciudadanía, necesitamos entenderla como una herramienta para reivindicar narrativas, para construir relatos y para consolidar liderazgos capaces de proporcionar una visión de país en la que todos puedan verse a sí mismos.
Si regresamos a los orígenes, si hacemos un back to basics y logramos reinventarnos, el futuro ciertamente será más alentador.
Link de consulta: https://elpais.com/cultura/2020-03-21/yuval-noah-harari-la-mejor-defensa-contra-los-patogenos-es-la-informacion.html
* Abogado por la Universidad Panamericana campus Guadalajara, Fundador de la Asociación Civil "Voces de México", columnista en Conciencia Pública.
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